TERRAZAS
Mis conocimientos sobre jardinería se reducen a saber qué plantas me gusta
y a comprarlas y trasplantarlas a mis maceteros.
Reconocimiento de carencias a parte, la realidad es que ya se acerca
el tiempo de salir a los balcones, las terrazas, los patios y los jardines. Prácticamente nos pasamos los días en nuestros trabajos, nuestras obligaciones, los compromisos familiares y sociales, pero cuando llega el buen tiempo incorporamos,
siempre que nos es posible, un descanso en una zona de la casa que durante el
invierno sólo frecuentamos para limpiar. Y quizás os parece que necesita una renovación.
Debemos tener en cuenta que ahora que los días empiezan a ser más largos,
que a veces incluso se está mejor fuera que dentro, que nos gusta recibir esos
primeros rayos de sol, antes de que sean insoportables o muy perjudiciales para
nuestra piel, debemos tener en cuenta, como os decía, que en esos espacios, en
cualquier caso, se trata de estar cómodos y si puede ser en buena compañía,
mucho mejor.
Si quieres dar un toque de sofisticación y modernidad a tu terraza este verano, y sin grandes inversiones, no puedes
olvidarte de incorporar a tu espacio de exterior unos buenos “puffs”, de mimbre,
de rafia, de lona, redondos o cuadrados. Para sentarse, como mesas o incluso tan
grandes como camas o tumbonas. Son una de las soluciones que más se llevan, y
sobretodo decóralos con telas.
Una fórmula ideal para el verano es una base en tonos claros y añadir el
color en los detalles como por ejemplo en unos cojines o en alguna cortina a
modo de parasol.
Los colores lisos siempre son un valor seguro, y si no se sabe mucho a la
hora de combinar, una opción para una imagen más elegante, pero en verano
puedes incorporar algún estampado, elige una gama de colores y viste tus
sillones o tumbonas con algunos cojines estampados a tono. Ah, y no olvides las velas.
Siendo realistas, no todos podemos montarnos una zona chill-out de las que
se ven en los hoteles de lujo junto a las piscinas, ya sea por espacio o por
dinero, pero no tenemos porqué renunciar a nuestra propia zona de relax que
resulte adecuada para nuestras necesidades y en la que nuestras visitas se
sientan tan cómodas como en su casa, aunque cuidado si lo consigues, no la
podrás disfrutar en privado muy a menudo…
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