Y LLEGÓ EL CAMBIO DE TEMPORADA
Ya no puedo dejarlo más, el próximo fin de semana tengo que hacer el cambio de armario. Hasta ahora he ido combinando la ropa de invierno con algunas prendas de primavera-verano, ya sabéis, la idea de las capas de la cebolla. Pero hoy, definitivamente, creo que puedo empezar a eliminar alguna capa. Ya sabemos que por la mañana y por la noche aún refresca, de ahí las capas, pero a mediodía el calorcito ya hace insufribles las chaquetas.
Una de las cosas que estoy segura que ya no me voy a poner, son las medias. Uf, sólo de pensarlo me pica todo. Como mucho unas de las fresquitas, de verano. Yo no acostumbro a llevar faldas ni vestidos.
En realidad, para mi día a día, escojo sin duda alguna los pantalones en todas sus vertientes, pero además, ahora mismo, nos encontramos en esa época en que ni se me ocurriría. Con medias me muero de calor, y sin medias, a enseñar piernas blancas. Primero tengo que poner remedio a eso.
Lo siguiente que ya puedo guardar hasta la próxima temporada son los abrigos, los chaquetones, la piel y los plumas. Una buena lavada, dependiendo de si se pueden lavar en casa o llevar a la tintorería y a guardarlos al fondo del armario.
Pero una cosa a la que me resisto es a guardar mis botines de Calvin Klein, la gran compra de este invierno. La cosa es que gracias a su color, un tostado clarito, los puedo seguir usando sin problemas todavía unas semanas más.
Como siempre digo, los diseñadores de zapatos y yo no nos llevamos bien, yo no puedo pasar de las botas a las sandalias, pero en esta ocasión ni me lo plantearé. Sigo con mis botines ya que todo lo que encuentro de entretiempo son bailarinas, zapatillas, oxfords de verano y "sandalias". Y las sandalias aún no me parecen una opción para el día a día.
Camisetas, camisas y cárdigans, combinadas con camisetas de tirantes y una perfecto de napa en color crudo se han convertido en la opción para quitar y poner según la hora y lo que apriete el solecito.
Esta cazadora en napa, un estilo de perfecto en tonos muy claritos, pero que dependiendo de cómo la combinemos nos sirve para varios outfits, para diferentes ocasiones.
Un imprescindible en mi armario para el verano y que me sirve durante muchas semanas son las menorquinas, un calzado que puedo llevar a la playa, a la piscina, y a cualquier sitio. Además son de cuero en su totalidad, lo que las hace ideales por su transpiración, y las suelas, acostumbran a ser de caucho, como los neumáticos, de hecho llevan el dibujo del grabado de neumático. Siempre tengo unas blancas. Y alguna con cuña.
Una elección son las cuñas de esparto que sin duda nos elevan y pueden servir para cualquier ocasión. Aquí os dejo imágenes de varios modelos, encontraréis gran variedad en la casa Castañer , las venden en muchas tiendas aunque su precio es algo elevado para ser un esparto, y para caras os dejo una de Louis Vuitton. Eso sí, las baratas pueden ser recubiertas de esparto y no entera de este material.
Como último comentario, quizás sea un buen momento el cambio de temporada para deshacerte de todas las prendas que hace mucho que no te pones. Se realista, si no te gustó mucho desde el principio, si hace años que no te cabe o simplemente si no te la pones, no lo dudes más, pero sobretodo no lo tires, haz donación, seguro que en tu ciudad encuentras alguna asociación que se pueda hacer cargo, por ejemplo yo siempre dono a Cáritas. Cada vez hay más gente que lo puede necesitar.
Espero que os haya gustado mi artículo, y sobretodo que os resulte útil.
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