Llegaron las vacaciones, y todos sabemos lo que significan, podemos hacer, o dejar de hacer, lo que queramos, significa literalmente un alto en el camino de nuestra cotidianidad.
Hace un tiempo que estoy interesada en la organización de espacios, mi piso no es muy grande pero además me invade esa sensación de desorden, de caos y de acumulación de cosas.
Y el caso es que leyendo sobre el tema he visto que existen muchas otras personas que se han sentido igual en algún momento de sus vidas, y parece que no se trata únicamente del tamaño de los espacios que nos rodean, se trata de algo interior también.
Así que he decido que estas vacaciones me van a servir precisamente para iniciarme en el camino de la organización y ordenar mi vida empezando por mi casa, y aprendiendo sobre la filosofía del minimalismo en busca de la alegría y la felicidad que me aporta mi entorno!
Este mes de agosto voy a centrarme en ello en casa y seguiré con todo lo demás, incluyendo mis propuestas de looks y este blog.
Así que os enseño por donde he empezado, porque sí, ya he empezado, aunque no tenía claro que lo compartiría aquí y no tengo fotos del antes. Seguro que podéis imaginar cómo era, y posiblemente el vuestro se parezca en algo, yo me he iniciado con el baño, aunque según La magia del orden, un libro de Marie Kondo, una japonesa que nos comparte su método para organizar la casa y devolvernos la alegría, debería haber empezado por el armario, que será mi siguiente paso.
La idea principal, sin duda, quitar todo lo superfluo, y eliminar todo lo que podamos de la vista.
Es algo muy común, así que quizás os habrá pasado, yo por ejemplo, así que entre productos caducados y los que tienen un culillo nada más, he sacado una bolsa enorme de productos para tirar. Alguna cosilla la regalaré y alguna venderé, aquello de si tienes cosas repetidas, alguna te está sobrando...
Siguiente paso, ropa, armarios y cajoneras. Y con lo más difícil para mí, zapatos y bolsos.
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